Con gran frecuencia, en la tarea de consultor, se nos pregunta si nuestra oferta profesional es para “reorganizar”.
A esto contestamos que, en principio, no.
En Argentina, casi siempre NO.
Que no creo que –casi nunca la solución de problemas empresarios requiera reorganización. Es mas seguro que requiera “reestrategia”, pero ¿aquí?
Lo que razonablemente se pide es que cada uno trabaje para lo que ha sido designado, que cumpla su deber por el salario que cobra, considerando a este valor –alto o bajo- en términos de lo que cotiza en el mercado, no por lo que uno cree o necesita ganar; (porque este no es un país socialista aunque lo disimula bastante bien).
Nadie puede pretender ganar 10000, 50000 o 70000 (o cualquier valor que simbolice "mucho") si, en caso de “salir de debajo de un paraguas” (es decir desempeñarse sin un padrino y sólo en base a méritos) no se lo pagarían, o si “floreciendo súbitamente como un hongo”, probablemente ni siquiera conseguiría un trabajo.
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