
Una cita se asimila al prólogo de un encuentro
sensual, de un noviazgo, o de un largo matrimonio. Un encuentro. Así lo ha sido hasta hoy, uno largo, muy
largo.
Pero no podíamos desposarnos porque, para entonces ya
teníamos otro compromiso fuerte, que, luego en 1975 produjo nuestro casamiento
con Inés; mi compañera desde entonces.
Y también seguimos juntos desde entonces.
Un extenso “menage a trois”, urgente, exigente e
intenso.
Con concordias, coincidencias, entrevistas y otras
citas, en cualquier momento, a toda hora, en el almuerzo o en la cena, de noche
y de trasnoche, en vacaciones y feriados, en la casa, en la oficina, por avión
o en el auto; en mi ciudad, en Rio, en Quito, o en cualquier parte.
Nuestra relación viene de antiguo: desde 1984, o acaso
antes, ¿72?, ¿68?
En 68, porque alcanzamos una responsabilidad en
contaduría y finanzas por primera vez, y en el 84 al iniciar una carrera
docente universitaria que sigue hasta hoy.
Claro, A no es Afrodita, ni Abigail, Adelle o Adriana. Es Ad… ministración. Entonces, confesamos que hemos leído.
Respecto de ella hemos estado publicando “citas”
relacionadas, de modo consistente desde 2008 en nuestro blog, pero ahora, como
se han acumulado muchas, hemos decidido separarlas y formar así un cuerpo más
importante, separado.
No era especialmente necesario que se tratara de citas
nuevas o de autores “nuevos”, pues ejercemos cierta desconfianza de la novedad
marketinera.
Creímos que esta recopilación podría ser la
oportunidad para rescatar algunas viejas que todavía sirvan, de las que mucha
gente no oyó nunca, o que mencionan sin saber su origen y con error.
En la vida como en la ciencia, la prueba del tiempo,
confrontando las hipótesis constantemente, si se sostienen, lea otorga mayor
valor, pasan la «prueba de fuego», dejando de lado los temas de moda y a los
oportunistas.
Por eso la enunciación no es estricta, sino que
incluye una clasificación de relatos, recuerdos, anécdotas y pasajes los libros
que leímos, cuyo contenido nos impresionó en su momento y que tuvieron alguna
clase de impacto en nuestra actividad profesional, dirigente y docente, en los
que, con el paso del tiempo y las relecturas vamos encontrando confirmaciones
de nuestras propias aseveraciones sobre nuestra disciplina.
Debemos admitir parecerá que hay algunas repeticiones. Tratamos que reflejen desde perspectivas
diferentes, en ocasiones adversar, los asuntos que los títulos anunciaron.
Puesto que lo “citado” es original de autores y
tiempos diferentes, era inevitable que algunos abordajes se multiplicaran, no
obstante agrupados con base a dicho “titulo”, aunque es claro que algunos temas
merecerían más de uno. Ese será
material, acaso, para otra obra.
Son nuestras lecturas a través de las últimas cuatro
décadas; ni más ni menos.
Es claro que muchos, si se adecúa un poco el lenguaje,
conservan su frescura y son de una actualidad
conmovedora.
Hemos utilizado apenas el 5% de nuestra biblioteca, lo cual ¿quiere decir que éste material está
incompleto?
Desde luego que si.
Debe crecer, ampliarse y convertirse en una especie de “enciclopedia” de
ideas, ideal que, por supuesto está fuera de nuestro alcance, y que nunca fue
nuestro propósito.
No obstante, esperamos poder dedicarnos lo suficiente
en lo futuro para procurar “completar” este trabajo.
Mientras tanto, vemos que algunos textos incluídos incitan
a la acción, por lo que ninguno de ellos es un buen trabajo, ya que la función
principal de lo escrito, hasta de la polémica, es la de forzarnos a buscar, y estimular
el pensamiento, especialmente el creativo.
No es este caso, buscamos la divulgación científica de
conceptos de la disciplina que son para nosotros comunes, y que sin embargo los
alumnos universitarios piensan están desligados de sus realidades,
principalmente porque los autores que transitan ahora no son estos, no los
conocen, acaso los han oído nombrar, y apenas los han leído superficialmente.
Esto significa que en todo; se introduce
“complejidad”, confusión en vez de certidumbre, y se diluyen conceptos;
esperando que puedan reformularse o coagularse en nuevas relaciones.
La manera de llegar a esto no es fácil, ya que las
certidumbres adoptadas; que fueron el objeto de nuestro trabajo todo ese
tiempo, como no podía ser de otro modo; resisten a la corrosión y exigen maza y
piqueta.
Tenemos muchas ideas que están arrugadas, tienen
corteza y deben ponerse al fuego para ablandarlas y que germinen en formas
nuevas.
Se trata de suposiciones sin pruebas, a las que la
ciencia llama axiomas.
Para apreciar, no obstante la dificultad, recuerden le
exigiremos que la lista de estos “axiomas” sea completa, es decir que basten
para mostrar alternativas o soluciones a los problemas de nuestro tiempo en el
campo particular que estamos abordando.
Como no vemos descubrimientos recientes, esto refuerza
nuestra creencia que allá lejos no hay sorpresas, aunque es probable que en cualquier
momento se señalen muchos nuevos asuntos.
Teniendo cuidado en soslayar los charlatanes, ¿qué más
cosas nos quedan por averiguar sobre Administración?
Desde luego sigue habiendo enigmas, porque sigue
habiendo preocupaciones.
Quizás sólo se trata de epifanías.
Cualquiera que sea el mensaje que nuestras “citas”
pueda inducir, si estos avances se materializan, no cabe duda que nos
producirán satisfacción y asombro.
José María Nesprías
Agosto 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario